La rabia
- Marta Fernández Posadas
- 16 oct 2024
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 24 nov 2024
La rabia es una emoción que se siente en el estómago y a veces también como un nudo en la garganta. Está relacionada con el hígado, con la rojez en el rostro y en los ojos. Cuando se acumula es muy tóxica. Es una potente activación fisiológica que nos prepara para responder ante una situación en la que algo o alguien ha sobrepasado un límite.

Por ejemplo si en mis límites de respeto está que una persona no me insulte, cuando ésta lo hace la rabia se activa para avisarme de que esa persona ha sobrepasado mi límite. También ocurre cuando somos nosotros quienes hemos sobrepasado nuestros propios límites y entonces nos enfadamos con nosotros mismos.
La rabia, como todas las emociones, cumple una función adaptativa: avisarnos de cuando algo o alguien ha sobrepasado un límite y así saber qué permito y qué no permito y hacer algo al respecto.
Cuando la rabia es fuerte y se hace ira, entramos en cólera, y a veces deshabilita algunas funciones cognitivas por lo que nos lleva a comportamientos de los que después nos arrepentimos.
Ojo, no se trata de arrepentirse del hecho de sentir ira. Las emociones no son ni buenas ni malas, sabemos regularlas o no sabemos regularlas, es algo que se aprende.
De lo que nos arrepentimos es de las consecuencias que tiene que nos tome la ira o la rabia. Si eres una persona que tiende a explosiones de rabia cuidado especialemente con el alcohol.
El alcohol es un potenciador de la ira dado que tiene un efecto desinhibidor y tóxico. La relación entre el alcohol y las conductas violentas es enorme. Emborracharse en la medida en la que intoxicas tu cuerpo y nublas tu autodominio es una conducta autodestructiva que puede llevarte a consecuencias de las luego te arrepientes porque has sobrepasado tus propios límites éticos.
Mediante un entrenamiento en inteligencia emocional puedes aprender a gestionar tu rabia sin juzgarla. Por el hecho de que tiendas a la ira no significa que la debas de reprimir ni de juzgarte como mala persona. Muchos hombres hoy en día no saben qué hacer con sus celos, su ira, su sexualidad y, concienciados con el movimiento femenino tienden a reprimir todo esto causando un enorme daño interno y también externo.
La solución nunca es reprimir: es gestionar.
En el otro extremo de los casos muchas personas no se permite expresar la rabia.
La sienten y la dejan donde está, reprimiéndola y negando el acceso a la conciencia de la información que tiene su cuerpo para ella.
Si en el caso de las personas que explotan con la rabia y se dejan llevar por ésta, les abruma esta emoción y tampoco logran ver cuáles son las causas de lo que les está ocurriendo, en el caso de las personas que reprimen esa explosión ni siquiera se permiten ser conscientes de que hay algo que les está haciendo sentir rabia y tienden a negarla u ocultarla.
Son personas que o bien fueron muy explosivas y creen que la solución ahora es reprimirla y controlarla o bien jamás supieron cómo expresarla. Por alguna razón solo se permiten expresar alegría, amor, positividad y no saben qué hacer con la rabia.
Cuando reprimimos la rabia y no nos permitimos hacer consciente qué o quién está sobrepasando un límite, nos estamos diciendo que lo que sentimos no tiene importancia, y por tanto me hago creer que "yo no soy importante" dado que no me permito la expresión emocional; y concretamente con la rabia no me permito saber cuáles son mis límites, con lo cual me estoy diciendo que conmigo se puede hacer lo que se quiera.
¿Por qué? Por que si no conozco mis límites, no sé qué permito y qué no permito, qué quiero y qué si quiero en la vida. Si me hago consciente de ello...entonces tengo que actuar, entonces tengo que tomar cartas en el asunto y ahí llegan las preguntas que debes hacerte:
¿Qué es lo peor que podría pasar si me permito expresar mi rabia?
¿Qué responsabilidad no quiero asumir si me permito procesar conscientemente toda esta información emocional?
¿Qué miedo tengo a expresar mi rabia y a permitirme actuar en consecuencia?
Todas estas preguntas deben ser respondidas para que te permitas la expresión emocional de la rabia de una manera inocua y asertiva, es decir mediante una descarga emocional de esa rabia y una perspectiva asertiva. Puedes aprender a hacerlo mediante un entrenamiento en inteligencia emocional.
Nunca se expresa la rabia para contraatacar aquello que te ha causa rabia, sino que se expresa la rabia como una emoción adaptativa más, y lo único que se busca es que te adueñes con cariño de lo que te está expresando esa rabia.
Porque esa emoción es tu maestra o maestro, está hablando de lo que tú quieres y no quieres en tu vida, te está hablando de ti. Y si no sabes qué no permites que suceda ¿Cuántos más límites éticos vas a permitir que sean violados en tu vida?
Una de las formas de autoengañarse con la rabia es recurrir a la paciencia pues es una manera de hablar de esa represión interna y no de la verdadera paciencia.
La rabia ha de ser expresada en su tiempo y forma sí o sí. Sólo si lo expresas lograrás saber quién eres, qué te ocurre y qué quieres y les informarás a los demás al respecto.
Si lo que haces es esperar pacientemente a que pase la situación y se te pase la emoción lo que estás haciendo es postergar el hacerte cargo de ella y querer creer que de esa manera has evitado aquello de lo que tienes miedo que suceda.
Sin embargo, no solo no lo has evitado, si no que te lo has ocultado más profundamente y la has acumulado aún más todavía. Cuando evitamos sentir la rabia de manera sistemática terminamos por mostrarnos inauténticos. Por fuera sonreímos y reímos, por dentro ardemos. Esta inautenticidad y falta de honestidad contigo (reconocer tus emociones) te genera varias experiencias:
Aumentas el nivel de malestar contigo mismo y la distancia entre tú y tú ser esencial se acrecenta.
Las personas perciben que acumulas rabia dentro, que llevas ese dolor tóxico y que te muestras incoherente con lo que de verdad sientes.
Añado a terceras personas aquí porque, como hemos dicho, la rabia es una emoción poderosa y perjudicial. Genera mucho daño interno, pero también a tu alrededor cuando ésta no es gestionada.
Cuando una persona está poseída por esta emoción las personas alrededor se sienten violentadas energéticamente aunque no hayan sido atacadas directamente. Bajo esta emoción tendemos a permitir que la mente se alimente de quejas, juicios, críticas y se acumula mucho resentimiento. Poco a poco tus pensamientos y lo que provocas que suceda en tu vida te lleva a círculos de negatividad que se retroalimentan. Todos esos pensamientos son actos dañinos hacía a ti y hacia los seres a los cuales se los dirijes.
De la misma manera cuando se abraza a una persona intoxicada por una mala gestión emocional y se entra en un intercambio energético con esta persona te contaminas de esa toxicidad. Muchas personas con patrones de conducta iracunda tienen a descargarse de lo que sienten teniendo relaciones amorosas y sexuales con otras. En fin, los desvíos a los que puede llevar la rabia nos propulsionan a dedicar un tiempo de la vida a aprender a gestionarla.
Algunas personas enfermas a nivel emocional tienen baja autoestima y tratan de provocar la ira y la cólera a su alrededor porque la utilizan para llamar la atención y sentirse queridos por lo que dura la pelea. Aprendieron que el Amor está asociado a Violencia.
Una persona muestra una forma de ser iracunda cuando tiene límites de tolerancia muy bajos y cualquier cosa se lo toma como un ataque personal. También puedes mantener una forma de ser iracunda pero que dedicarte a ocultar tu rabia hasta que, cuando ya no puedes acumularla más, explotes.
Al final la persona que se está haciendo daño así misma eres tú, y es la única persona que importa en esta ecuación. Se trata de que logres expresar lo que sientes para sentirte mejor contigo mismo, conocerte mejor y poder averiguar ¿por qué?
¿Por qué hay tantas cosas que me enfadan? ¿Cómo estoy creando mi vida para encontrarme con tantas cosas ante las cuales me enfado, siento frustración? ¿Qué hay detrás de todo eso? ¿Qué creencias están haciendo que se dispare la ira ante estás situaciones? Y debajo de esas creencias ¿qué vivencias emocionales han hecho que yo crea que el mundo es así y, ante estos estímulos, reaccione de esa manera? O reprimiendo esta emoción o dejando que explote.
Una vez que aprendas a regular y gestionar tus emociones, el siguiente paso será ordenar tu mente para que logres sentir compasión por tí y por los demás de forma que desarrolles la sabiduría de no tomarse las cosas a lo personal, respetarte, expresar lo que sientes y piensas, y liberarte así de la programación mental que te impedía sacar tu Ser esencial y vivir en armonía con lo que simplemente es, aquí y ahora y desconectar del "cómo debería sentirme ahora", aceptando tus emociones y permitiéndote evolucionar.
En conclusión, la rabia es una de las emociones que cuando no se regulan adecuadamente genera mucho dolor interno y externo; No lo pienses más y apúntate a un entrenamiento en inteligencia emocional para aprender a gestionar tus emociones y convertirlas en tus aliadas.

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